domingo, marzo 12, 2006

Hechizo De Jade - Capítulo 4 (parte3) -

La muchacha no sabía si sentirse ofendida, siempre llamaba la atención de aquellos que la rodeaban, nunca dejaba indiferente a nadie, ya fuera odio, curiosidad o cualquier otra emoción, sin embargo Nim apenas notaba su presencia.

Sin a penas darse cuenta de lo que hacía soltó su cabellera castaña que llevaba recogida en una trenza, la dejó caer suavemente sobre su espalda. Nim no la miró. Era estúpido, quería llamar su atención, quería que el la mirara al menos, pero ¿para qué? se sentía incómoda, nerviosa y Nim ni siquiera parecía darse cuenta de que ella estaba en frente suyo. Entre enfadada y avergonzada se puso a rebuscar en el libro que le había dado todo aquello que sirviera como método de escucha, protección etc.

Nim se levantó para tomar otro libro y de paso para aliviar un poco la tensión del ambiente. Llevaba más de una hora sentado intentando no mirarla pero realmente ella le llamaba mucho la atención. Era totalmente diferente a lo que se había imaginado, había esperado un ser horrible, totalmente repulsivo que se creyera superior dada la educación recibida , cruel, retorcida y más parecida a un orco que a un drow. Sin embargo ahí estaba aquella muchacha de piel blanca y suaves formas, mas dispuesta a ser una sierva que a otra cosa y estaban esos intrigantes ojos...esos ojos verdes que no dejaban de observarle. Podía notarlos ahora, clavados en su espalda.

Pasaron allí muchas horas entre libros, pergaminos y toda clase de útiles. Hiva les subió algo de refrigerio en un par de ocasiones, siempre por orden de Nim, pero aun quedaba mucho que hacer. Extenuada Ellifain finalmente se quedó dormida apoyada contra la cama. Cuando Nim reparó en ello se acercó a ella cuidadosamente. La muchacha dormía profundamente, eso era peligoso en un lugar como la antípoda oscura, se notaba que siempre había estado resguardada de todo. La levantó en brazos y la tumbó en la cama, luego se dejó caer a su lado y cerró los ojos.

Cuando Ellifain despertó no sabía donde estaba, recordaba estar leyendo un aburridísimo hechizo de escucha, pero nada más. Aquel techo...no, no le era familiar. Iba a incorporarse cuando por primera vez sintió el peso de un brazo sobre su cintura. Hannah, claro, había ido a dormir con ella tras pasar el día separados. Cerró los ojos y se abrazó a él. Pronto su respiración se volvió regular, se había vuelto a dormir. Horas después Ellifain volvió a despertarse, debían faltar aún algunas horas para el amanecer, si no se levantaban Nim, Hiva o cualquier otro podría descubrirles. Medio dormida besó a Hannah para despertarle. Nim abrió los ojos de par en par, aquello era demasiado. Haciendo gala de su autocontrol decidió seguir haciéndose el dormido y se dio media vuelta. Ellifain se daba cuenta en aquel instante de su error, aquellos no eran los labios de Hannah, no era su olor. Asustada se levantó de golpe y observó a quien realmente dormía a su lado: Nim. Un suspiro de alivio brotó de sus labios cuando comprobó que este dormía profundamente. No sabía que hacer, irse así por las buenas era una opción, pero ¿respondería el espejo? bastante nerviosa tomó su opción, se haría la dormida hasta que Nim la despertara.

Al ver la reacción de la chica Nim decidió dormirse de verdad, ella no se movería hasta que él lo hiciera y viendo la hora que era, pasarían el resto de la noche juntos. Era absolutamente perfecto.

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Tras ver a Ellifain irse con Nim, Hannah había comenzado un entrenamiento intensivo. Estaba realmente furioso, ya había pasado la mayor parte del día y no había rastro de ellos dos. Cuando llegó la cena y no les vio bajar le preguntó a Hiva. El esclavo le dijo que ambos cenarían arriba y para colmo le insinuó lo contenta que parecía la dama Ellifain mientras charlaba con el señor Nim.Hannah estaba que echaba chispas, conocía de sobra la fama de seductor de su hermano y Ellifain aunque mestiza era un plato muy apetecible para el vanidoso Nim. No podía avisar a Ellifain, ella estaba arriba con él. Siguió entrenado largo rato después de la cena, finalmente se rindió, ya no podía más. Se retiró a su cuarto con la intención de dormir pero a penas pudo pegar ojo en toda la noche. Por la mañana lo primero que hizo fue dirigirse a la habitación de Ellifain, pero ella no estaba allí.

- Buenos días Hannah.- Ellifain acababa de atravesar el espejo que comunicaba con la habitación de Nim.-

- Buenos días.- dijo en un tono bastante más seco de lo que pretendía al ver el pelo despeinado de Ellifain.Nim atravesaba ya el espejo.-

- ¿Qué hay para desayunar? Me muero de hambre.- dijo este mientras se acomodaban en la silla. Ellifain por su parte había desaparecido de la vista y reapareció minutos mas tarde ya peinada.- ¡Ah! Ellifain, será mejor que desayunemos rápido y nos pongamos de nuevo al trabajo…

- Ella tiene que entrenar.- ¿a qué estaba jugando Nim? necesitaba advertir a Ellifain, además quería pasar tiempo con ella. -

- Pero hermano, necesitamos los hechizos para poder acercarnos sin ser vistos y espiar a la sexta casa. Yo solo nunca tendré a tiempo todo lo necesario para la próxima cita entre drows y enanos, que te recuerdo, será en tres días.

- No sabía que el mejor mago de Sethmill necesitara la ayuda de una simple esclava. – Había cruzado la raya, por el rabillo del ojo vio como Ellifain fruncía el entrecejo y escuchó aquello que había temido desde que empezó a decir aquella frase.-

- Nim estaré encantada de ayudarte, al fin y al cabo, ¿para qué otra cosa servimos los esclavos?- Su voz estaba cargada de ira contenida.-

- Tu no eres ni mucho menos una esclava corriente Ellifain, si no jamás te permitiría acceder a mis libros, me temo que mi hermano te subestima mucho. Te esperaré arriba. – se dirigió al espejo y mientras el conjuro hacía efecto y le transportaba a su habitación Hannah pudo ver claramente la sonrisa de su hermano, había ganado ese asalto.-

- Ellifain yo no quería…

- Tengo que darme un baño antes de ir con Nim a hacer “cosas de esclavos”.- se dio media vuelta y se dirigió a su cuarto, Hannah la agarró del brazo. Demasiado brusco.-

- Tú no lo entiendes, mi hermano no es lo que aparenta, quiere jugar contigo…

- No necesito que me protejan, soy perfectamente capaz yo sola y por si te interesa tu hermano ni siquiera me miró en toda la noche. Le juzgas mal, al igual que a mí.- Con un tirón se soltó de él y pegando un fuerte portazo desapareció de su vista.-

Una vez hubo cerrado la puerta Ellifain sintió un vacío enorme en el estómago, sentía que no podía respirar y tenía unas ganas enormes de llorar. ¿Cómo podía Hannah hablar de ella así? ¿Es que no significaba nada para él? Estaba furiosa consigo misma y sobre todo estaba furiosa con él. Se desvistió y se metió en el baño mientras le daba vueltas a lo que acababa de suceder. Hannah hablaba de ella como si fuera una esclava más y acusaba a Nim de tener intenciones ocultas con ella. Pero Nim ni siquiera la miraba. Estaba celoso, eso era lo que le pasaba, bien le daría verdaderos motivos para ello. Tras secarse el pelo comenzó a recogérselo pero luego lo pensó mejor y lo dejó suelto. Salió de su habitación Hannah que estaba entrenando se detuvo para observarla, sin mirarle se encaminó al espejo y posó su mano sobre él. Estaba en la habitación de Nim.

- ¿Nim?- Una puerta a la derecha, en la que anteriormente no había reparado, se abrió y Nim apareció desnudo de cintura para arriba frotándose el pelo con una toalla.-

- ¡Ellifain! No te oí llegar, disculpa.- cogió una camisa de encima de la silla y se la puso a toda prisa.-

- Si quieres puedo regresar más tarde.- se estaba ruborizando, lo notaba.-

- No, tranquila. De todas formas no creo que por verme así pase nada ¿no?- dijo aquella frase clavando su mirada en los ojos verdes de Ellifain.-

- Eh…no supongo que no.

- Esto hubiera sido realmente incómodo si tu fueras realmetne una drow. Supongo que o me matarías o me pedirías que te satisfaciera... - hizo una buena pausa mientras de despeinaba a posta el cabello blanco Realmente el aspecto de Nim no casaba del todo dentro del canon drow. Para ser un mago estaba bastante musculado y su melena era algo más corta de lo normal y casi siempre la llevaba despeinada Sus ropas aunque de la clase noble, eran bastante desastrosa, realmente llamaba demasiado la atención.- Bueno que te parece si hoy reunimos lo que hicimos ayer y realizamos una selección. No quiero que mi hermano se enfade contigo por saltarte los entrenamientos para ayudarme.

- Hannah no comprende la importancia de esto, me quedaré el tiempo que haga falta.

- ¿de verás? Bueno, entonces...deberíamos ir a un lugar donde haya más tratados y hechizos ¿quieres acompañarme a Lindäen?

- ¿La torre de los magos? Allí es donde se reúnen los mayores tratados de magia no sacra.

- Así es, tal vez encontremos algo de utilidad. ¿Qué me dices?

- Estaré lista cuando me digas…

- Bien dentro de media hora en la sala de entrenamiento.- realmente la muchacha parecía ansiosa por ir a Lindäen. -

- Allí estaré.

Nim observó como Ellifain atravesaba el espejo. Su plan estaba funcionando a la perfección, ella ya había desafiado a Hannah para ir a ayudarle y lo haría una vez más acompañándolo a Lindäen. Al principio solo había pensado en utilizar a la chica para hacer daño a su hermano, pero la verdad es que ella en sí constituía una meta que él estaría gustoso de alcanzar. No obstante, debía tener cuidado. Hannah no era tonto y estaba seguro de que ya había averiguado parte de sus intenciones. La cuestión estaba en que la muchacha no lo hiciera. Ignorarla y aparecer semidesnudo para luego hacerse el sorprendido y terminar no dándole importancia alguna había surtido sus efectos. El rubor en las mejillas de Ellifain era prueba de ello. Ahora tocaba ser más sutil.

Hannah oyó los pasos de Ellifain al otro lado de la puerta. Seguramente ya se le había pasado el enfado en parte y había recapacitado en lo de entrenar. Bien, se disculparía con ella e intentaría explicarse mejor. No podía dejar que Nim creara discordia entre ellos dos. Su sorpresa fue mayúscula cuando al abrir la puerta encontró a Ellifain con la capa puesta enfundando sus armas. Nim a su lado decía entre risas que no había tenido jamás una escolta tan bella.

- Hannah, nos vamos a Lindäen a buscar algo mas de información, te pediría que nos acompañases pero...usar al jefe de armas como escolta no me parece propio y allí dentro solo serías una molestia dado que no sabes absolutamente nada de magia.

- Os acompañaré, mientras vosotros rebuscáis en los libros iré a la escuela de guerrero, tengo que hacer algunos trámites allí. – dijo intentando obviar el tono de superioridad de su hermano.-

- Bien, date prisa pues.- realmente divertido, hermano ¿hasta donde te humillarás? pensó Nim. -


Perdón por la tardanza, pero formatee el pc...luego no encontraba el cd donde tenía los archivos, busqué mi cd de SOS...que apareció en un sitio insospechado...y bueno, aqui está! Kei, no sufras!! ....Nim :3