lunes, enero 30, 2006

Hechizo de Jade - Cap 4 (parte 1)

Capítulo 4

Las calles de Sethmill


Armada y oculta bajo una capa de color negro, Ellifain esperaba delante de la puerta de entrenamiento a Hannah impaciente. Aquella sería su primera salida al exterior de la gran mansión de los Helldaën. Por fin el drow salió de su cuarto, llevaba una cota de malla de color negro sobre sus ropas y una capa oscura. Sus dos cimitarras colgaban del cinto. Ningún símbolo visibles los ligaba a Helldaën, no obstante ambos llevaban un colgante símbolo de la casa por si surgían, problemas.

Salieron de la sala de entrenamiento y bajaron hacia la entrada principal de la casa, una vez allí encontraron a un grupo bastante numeroso de soldados. Ellifain se sintió decepcionada, había pensado que recorrerían la ciudad a solas, no con todo un batallón drow armado rodeándolos. Hannah se separó de ella y fue a hablar con dos de los soldados, aquellos de más rango del grupo drow. Sin prestar demasiada atención a Hannah, el grueso de los soldados la observaban. Un grito de uno de los drow que hablaban con Hannah hizo que todos aquellos soldados formaran filas y comenzaran la marcha: no los acompañarían.

Con una gran sonrisa Ellifain se acercó a Hannah y los dos cruzaron la gran reja, su jaula se abría por primera vez. A medida que avanzaban por la ciudad Hannah le explicaba donde estaban, ante la casa de que Familia y otras cosas de la ciudad.

Paseaban por Undaën el barrio más lujoso de toda la ciudad drow. Allí cada mansión era más lujosa que la anterior. Todas tenían grandes esculturas de adoración a Loth, grandes verjas y soldados y otras defensas no tan tangibles protegiéndolas.

Siguieron avanzando por las calles, estas se volvían cada vez más estrechas y menos lujosas cuanto más se acercaban a los barrios bajos. Estaban mucho mas concurridas pero la gente parecía no verlos. Ellifain no se lo explicaba, Hannah llamaría la atención por su porte noble en cualquier parte y ella bueno era como una brillante antorcha entre las pieles negras de los drow.

- Pertenecemos a una de las grandes casas de la ciudad, nadie nos hablará a menos que nosotros les dirijamos la palabra.- Hannah la había estado observando.-

- Bueno a ti si te deben respeto, pero yo soy solo una… esclava.- odiaba aquel término... tan degradante.-

- Pero perteneces a una gran casa, incluso uno de nuestros orcos prevalece por encima de la gente de menor nivel solo por el hecho de pertenecer a la séptima casa.

- Eso es realmente triste.

- Puede... – Ellifain había vuelto a dejarle sin palabras. Se habían alejado de la zona baja para aproximarse a una zona despoblada a las orillas del gran lago, que abastecía a la ciudad.- ¿qué te parece tu primera salida?

- Es sin duda una ciudad muy hermosa…pero terrible.- su voz sonaba triste- He estudiado durante años la historia drow y he vivido en ella, pero en cierto modo a la vez siempre he estado protegida y no conocía el alcance de su crueldad. Mientras paseábamos por esas calles solo he visto desconfianza, miradas de rencor, odio, peleas…

- Eso lo veo normal, pero he de decir que me he ganado mis buenos castigos por mostrar piedad o confraternizar con esclavos. Creer en la sociedad del terror y el caoses mi deber, me he hecho un hueco en ella. Ya estaba convencido de mi futuro: ser el jefe de armas de nuestra casa y llevarla a la más grande de las glorias cuando apareciste tú.- sentado en una roca, mirando al gran lago se despeinó un poco al pasarse la mano por la cabeza – Muchos piensan que me debilitas yo creo que me das esperanzas.

- La madre matrona sabe que tu no eres como los demás, por eso estás bajo vigilancia. Al igual que yo. – se acercó a él y arrodillándose a su lado apoyó su mano en una de sus rodillas.- Confío en ti Hannah, aunque tu no sepas lo que significa esa palabra.

Hannah no dijo nada, no tenía palabras y tampoco sabía si aquello le gustaba o no. Al cabo de un rato decidió romper el silencio y le explicó lo que veían. En el lago había tres grandes islas. Hannah explicó que en ellas se encontraban las dos grandes bibliotecas de magia y el templo de Loth. No pudo decirle mucho más dado que el no las había pisado nunca, dos estaban reservadas a las sacerdotisas y una los magos. Le señaló una gran explanada no muy lejos de donde estaban ellos, allí había un edificio semicircular que se adaptaba al contorno de la playa. Eso es la escuela de adiestramiento para el combate, su nombre es Thalack ´Amond. Luego señalando a una zona más elevada señaló un enorme edificio de forma circular rodeado por un resplandor azulado. Eso es Witharem la escuela de magia. Por último señaló un gran edificio en forma de araña que se encontraba por encima de la escuela de los magos, esa es la escuela para las sacerdotisas su nombre es Mele´daleni. Toda la zona está protegida por conjuros, normalmente solo suelen pasear por esa zona los estudiantes. Dando por terminada la explicación se levantó y ambos volvieron a pasear de nuevo por las calles. Apenas hablaron, ambos estaban centrados en sus pensamientos. Tal vez de no haberlo estado hubieran reparado en que alguien los seguía. Kraesh había tenido dificultadades, Hannah era el mejor guerrerode la casa y ocultarle su presencia no era precisamente un juego de niños, no obstante el drow había estado distraido todo el tiempo. Les siguió de vuelta a la mansión. Una vez allí se dirigió a informar, no había hecho aquello por gusto, aunque debía reconocer que la tarea no le había disgustado mucho. Nush lo es esperaba.

La sacerdotisa se hallaba en su biblioteca privada esperando el informe. Tras oír el relato de Kraesh acerca de la primera salida de Elliffain estaba furiosa. Así que esos dos mosquitos insensatos se atrevían a desafiar a la naturaleza, se atrevían a desafiar los deseos de caos de la divina Loth. Pagarían caro su osadía. Salió de la habitación con rapidez dejando ahí a Kraesh. Este se quedó inmóvil arrodillado, no le habían dado orden de abandonar la estancia.

La madre matrona tomaba un baño cuando oyó los gritos de Nush dirigidos a uno de sus guardias custodios. La puerta se abrió de inmediato y Shaëia vio al guardia tumbado en el suelo, seguramente muerto.

- ¿Qué significa esto?- por primera vez Nush se dio cuenta del error cometido, por muy furiosa que estuviera y muy importantes que fueran sus noticias nunca se debía interrumpir a la madre matrona sin su permiso. Se postró en el suelo con gran rapidez.-

- Disculpadme madre matrona, pero tengo noticias de gran importancia que debéis conocer cuanto antes, se imponen dos ejecuciones, una desde luego es necesaria.

- Cuéntame ­– sin alterarse los más mínimo por la preocupación de su sacerdotisa Shaëia se cubrió con un poco más de espuma. El baño era una estancia cuadrada con una gran piscina en medio. Esta estaba llena de un líquido blanquecino parecido a la leche que mantenía suave su piel. Sentada en un banco sumergido la madre matrona solía pasar horas allí pensando mientras que los suaves aromas del incienso la relajaban.-

- Mandé a vigilar a Ellifain y Hannah en esta su primera salida madre matrona…

- No recuerdo haberte dado permiso para ello.- disfrutando del efecto de puro terror que produjeron sus palabras durante unos segundos no dijo nada.- Continúa…

- Hablaron del mundo exterior, de conceptos como confianza y esperanza. Deben ser castigados. Hannah debe ser ejecutado y Ellifain como mínimo torturada.

- Así que sobre la superficie… No entra en mis planes acabar con ninguno de los dos. Eso sería demasiado simple, no sería un buen castigo y además perdería uno de mis mejores soldados Nush. No, debemos minar esa confianza, destruirla y serán nuestros.

- Pero ¿Cómo hacerlo?

- Te consideraba algo más inteligente… Yo me ocuparé de todo.- una sonrisa siniestra se dibujaba en su rostro.- Respecto a no consultarme…harás ayuno total durante los próximos tres días.

- Como ordenéis.

Ya sola, Shaëia se planteó la información que acababa de recibir. A partir de ahora debía controlar aun más de cerca de Nush, empezaba a tomarse demasiadas libertades y sabía a la perfección que la cruel sacerdotisa ansiaba su puesto como matrona de la séptima casa. Ya le daría su merecido a esa engreída, pero ahora tenía cosas de las que ocuparse. Sospechaba desde hacía meses que la relación de Hannah con Ellifain no era la normal entre un alumno y su profesor. Había amistad y quien sabe si el drow se sentía atraído por la joven mestiza. Solo pensarlo la daba náuseas. Un plan se perfilaba en su mente. Acabaría con aquella relación, haría que Ellifain odiara con todas sus fuerzas a Hannah, así la mestiza estaría a su merced. Poco le importaba si acababa matando a su maestro, un varón siempre es reemplazable. Ellifain era otro asunto, ella marcaría la diferencia, así lo habían dicho las profecías el día de su nacimiento.

Ellifain y Hannah andaban por los pasillos, los nervios les atenazaban el estómago, habían sido llamados en presencia de la matrona Shaëia. No se les había indicado el motivo y ambos temían que algún espía se hubiera enterado de sus extrañas conversaciones.

Girando a la derecha por el pasillo del ala norte, allí en la última planta, les aguardaban las respuestas. Al entrar en la sala de audiencias privada de la matrona esta estaba desierta. La sala era alargada, las paredes estaban recubiertas de estanterías recubiertas de toda clase de libros. Las antorchas suspendidas del techo por alguna magia brillaban con su luz azulada sin descanso. Les costó acostumbrarse a esa luz, seguramente Shaeia disfrutaba torturando los ojos de sus visitantes. La sala era cruzada por una alfombra negra que llevaba hasta el magnifico trono de mármol negro. Justo detrás había un gran ventanal desde el que se divisaba el jardín delantero, la verja y gran parte de la ciudad. Una puerta a la izquierda del trono se abrió y la madre matrona salió de ella. Sin tan siquiera mirarles se encaminó al trono, aquel día llevaba un vestido color marfil con una gruesa araña bordada en pecho. Una vez se hubo acomodado en el trono dirigió su mirada hacia ellos.

- Hannah, Ellifain, acercaos.

- Mi señora ­– dijeron los dos al unísono postrándose ante la madre matrona.-

- Os he mandado llamar porque tengo una misión para vosotros. Formaréis una patrulla de guardia para nuestra casa. Será una guardia especial, solo se me transmitirán a mí los resultados y por supuesto nadie debe saber que la realizáis. Es algo secreto.

Recorreréis las calles de nuestra amada ciudad y parte de la Antípoda Oscura. Vuestro objetivo es recabar datos acerca de la sexta casa, nuestra enemiga y todo aquello que pueda favorecernos. Ahora id. Esperaré vuestro primer informe dentro de diez días en la cuarta hora de la tarde.

- Así se hará – dijo Hannah.

* Ea, si sois buenos quizá para el jueves o el viernes os ponga algo más n_n

4 Comments:

Blogger Xian said...

XDDDD hasta ahora son un par de tortolos normales XDDD en un mundo trágico y atraidos...

lego ya se verá!

Y si...llegará el, aunque lo que se dice en acción del todo, todavia nop

12:01 a. m.  
Blogger Guges said...

yo es que me los imaginaba paseando por la ciudad cogidos de la mano y con la mulatona con un vestidito de colegiala

12:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, no ha habido escena de alcoba pero has puesta una escena de bañera, habrá que conformarse con eso :-DD

Esperamos la continuación :-)

7:24 p. m.  
Blogger Xian said...

XDDDD oh si, es que ese personaje sale en el los libros de Salvatore, de hecho en "el mar de espadas" se puede decir que es bastante protagonista...

La cosa es que el nombre me gustó y asin le hacia un homenaje a mi drow favorito ^^ pero vamos que la Ellifain de Salvatore y la mia...poco que ver, por no decir nada

11:46 a. m.  

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