domingo, enero 29, 2006

Hechizo de Jade - Capítulo 3 (parte 4)

- ¿Qué te pareció la prueba?

- No debiste confiarte tan pronto esos orcos podrían haberte matado por no decir la herida que te hizo ese simple demonio del fuego...

- Pero sigo viva acabé con – un estornudo la impidió terminar la frase.-

- Tienes un buen maestro – lo había hecho bastante bien, pero no pensaba admitirlo.-

Molesta con Hannah por no admitir sus progresos decidió no hablar más. Había pasado media hora y el frío que sentía se había extendido por todo el cuerpo. No podía dejar de estornudar. ¿Cómo podía estar el suelo helado? En la antípoda oscura había lugares donde se ocultaban glaciares pero por lo general predominaba un calor seco. Seguro que aquella bruja había hechizado el suelo solo para torturarla, pero ya estaba acostumbrada a cosas así, al fin y al cabo desde su nacimiento muchos le habían hecho notar que no era exactamente de su agrado. Pasaron dos largas horas y por fin la puerta se abrió. Los dos se acercaron y entraron. La habitación estaba vacía y las cosas de Ellifain se hallaban encima de la mesa. Hannah la indicó con un gesto que las recogiera así que avanzó por la habitación para recogerlas, eso si, vigilando el espejo de reojo.

Sintió un gran alivio al ponerse sus botas y comprobó con satisfacción que por mucho que intentase hacer ruido sus pasos no se oían en absoluto. Guardó sus armas y se puso los brazaletes, estos últimos no parecían haber cambiado en nada. Por último recogió su diadema y se la puso. Estaba segura de que le sería muy útil, aunque si su mentira para conseguirla era descubierta podría traer problemas.

Hannah y ella reemprendieron su marcha a través de los pasillos de la mansión esta vez hacia la sala de entrenamiento. Ellifain había pensado mantener una charla con su “amo” para probar la diadema pero sus expectativas se vieron rápidamente frustradas.

- Cuando estés conmigo, quítate esa diadema.- desilusionada se la quitó.-

- ¿Deseáis algo mi señor? – su tono sumamente seco revelaba la ironía que había en aquellas palabras.-

- Quizá si, en mi cuarto. – una expresión de miedo asomó a los ojos de Ellifain, Hannah sabía a la perfección en lo que ella pensaba, que iba a forzarla, bien el susto la enseñaría a ser mas respetuosa.- Ve y cámbiate de ropa, te esperaré.

Ellifain vio como Hannah se metía en su cuarto, se dirigió al suyo ¿Acaso iba a intentar...? Temerosa de lo que pudiera pasar se cambió de ropa y se cepilló el pelo que dejó caer libremente sobre su espalda. Dejó la diadema encima de la mesilla, al igual que sus armas, no podía llevarlas si no era un entrenamiento. Cuando llamó a la puerta del dormitorio de Hannah estaba realmente aterrorizada.

- Pasa – Hannah estaba tumbado encima de la cama, se había la capa y la cota de malla que solía llevar encima. Al mirarla soltó una leve carcajada.- No te voy a hacer nada. Pero si tú lo piensas, esos posibles ojos indiscretos también. Tengo que hablarte de algo. – Sacó el libro que ella le había dado de debajo de la almohada.

- Es solo un libro – su mirada recorrió la habitación buscando posibles espías.-

- Acércate. – No tenía ningunas ganas de acercarse mas al drow, pero no tenía opción.-

Cuando llegó a la cama se sentó en uno de los bordes, fue entonces cuando reparó en una hoja escrita. Dirigió una mirada a Hannah que asintió. Tomó el libro:

No creo que haya espías aquí dentro, pero es preferible tomar precauciones. Finge estar sirviéndome de algún modo y habla en susurros


De acuerdo, pensó aquel era un buen plan. Miró a Hannah pensando en que podría hacer para estar cerca de él y así poder conversar. Se le ocurrió algo, no era muy ortodoxo pero dudaba que si alguien los viera sospechara nada raro. Se acercó a el y pegándole un suave empujón hizo que acabara tumbado de espaldas. Se puso a horcajadas sobre él.

- ¿Listo para su masaje señor?

- Si…claro - ¿pero que demonios hacía esta mestiza?

- ¿de qué querías hablar?- dijo ya en susurros mientras comenzaba a masajearle la espalda.-

- ¿eh? ¡ah! Verás, ese libro que me diste… - parecía dudar a la hora de elegir las palabras – tiene ideas bastante…interesantes.

- ¿crees que es cierto? – la voz soñadora de la muchacha le indicó cuanto deseaba ella que aquello fuera cierto.-

- No lo sé, pero puedo averiguarlo o al menos intentarlo.

- ¿Cómo?

- Verás hay una shulap en las cocinas, quizá pueda ayudar.

- ¿las cocinas? No, no puedes acudir allí acababa de recordar la historia que Hiva le había contado.-

- ¿Por qué no?

- Bueno verás, sé que hace ya tiempo bajaste a las cocinas, alguien te vio allí y se lo contó todo a la madre matrona. Si vuelves, te pondrás en peligro y yo no querría que… ­- se interrumpió, ¿en qué estaba pensando? –

- Tú… ¿te preocupas por mí?...

- Si…bueno…tú eres diferente a los demás. Eres más parecido a lo que yo espero del mundo.

- ¿Cómo puedes esperar algo habiéndote criado aquí? – su voz era pura melancolía-

- Bueno, de niña, antes de que mis entrenamientos empezaran estaba prácticamente todo el día sola. No sabía nada de este mundo por lo que podía pensar o hacer lo que quisiera, solo Noä se ocupaba de mí. Luego comencé con la hechicería, vi como era este mundo y perdí la esperanza…hasta que encontré ese libro. Me dio fuerzas.

- Deberíamos ir a comer, esta tarde recorreremos la ciudad. – No podía admitirlo, no podía decirle que desde que la había conocido él tenía esperanza.- Por cierto...¿desde cuando me vigilas?

- Yo no..no te vigilaba, solo quería saber más...

Ellifain había dejado de hacerle el masaje y le observaba, su expresión era extraña. Clavó sus ojos en los de él de tal forma que parecía como si fuera a atravesarle. Buscaba respuestas y él lo sabía, pero no podía dárselas. Sabía que ya era tarde para volver atrás, para impedir que aquel lazo de esperanza que los unía se formase, pero todavía no estaba dispuesto a admitir su existencia. Ellifain dejó de mirarle y se dirigió a la sala de entrenamiento donde la comida ya estaba servida. El aguardó unos segundos a que su cabeza, repleta de pensamientos se calmase. Lo primero que hizo fue destruir el mensaje que había escrito. Después levantándose se dirigió a comer y a enfrentarse nuevamente a los ojos escrutadores de Ellifain.

Bueno, como esta ha sido cortita, mañana por la mañana os pongo el principio del 4 capítulo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Otra escena de alcoba y con contacto físico entre los protagonistas, esto se anima :-D

Por cierto, en el parrafo en el que ella entra en la habitación de Hannah, falta la palabra "quitado" :-)

10:52 p. m.  
Blogger Xian said...

sip. se supone que es en una parte muy cercana a la zona de los glaciares ande Drizzt se enfrento al dragon de hielo...es veridico sale en Dungeons...

y tranquila, que ya vendrá primero hay que afianzar mas la situacion de Hannah y Ellifain para que el tenga algo que cargarse no?

11:45 p. m.  
Blogger Xian said...

no es exactamente un spoiler...es solo algo obvio XDDDD

lo de Nim...no lo sera XD

12:49 a. m.  

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