martes, enero 17, 2006

Hechizo de Jade - Capitulo 3 (parte 3) -

Por la mañana Ellifain estaba muy nerviosa, aquel día se probaría si lo que Hannah la había enseñado durante esoscinco meses largos había servido de algo. Se vistió a toda prisa, cogió sus brazaletes y la diadema y se los puso. Ató el cinturón con las cimitarras a sus caderas y colocó los sai cruzados en la parte de atrás del mismo. Se aseguró de tener las botas bien atadas y por último se recogió el pelo en una coleta alta. Salió a la sala de entrenamientos para desayunar, no había rastro de Hannah, así que se tomó el zumo de Shiba* y un par de barras de pan. Ahora tocaba esperar, y cada minuto que pasaba se le hacía eterno. Un poco antes de la hora, revisó que todo estaba en orden y bajó a los jardines de la casa.

No había cruzado el umbral norte de la mansión cuando un orco se acercó a ella y con un gruñido le indicó que le siguiera. Se dirigieron a la parte trasera de la mansión mucho más resguardada y alejada de miradas ajenas. Hannah la esperaba.

- Bien, aquí empieza el circuito, tu meta es llegar hasta el gran árbol de Shivas.

- ¿Algo más?

- Un guerrero drow no necesita más que sus órdenes y sus armas.

Tras unos segundos esperando que Hannah dijera algo más y viendo que esto no iba a pasar, Ellifain comenzó a avanzar. Aquella zona del terreno estaba particularmente llena de estalagmitas y estalactitas donde podían ocultarse con facilidad numerosos enemigos. Desenfundó las cimitarras. Caminaba despacio, poniendo un pie delante del otro sin hacer apenas ruido y manteniendo todos sus sentidos en alerta. Notó una ligera brisa sobre su cabeza. Algo se movía ahí arriba. Fingió no haberlo notado y prosiguió su avance. Su enemigo, un soldado raso drow, que se suspendía en el aire gracias a los poderes innatos de su gente,no tardó en intentar un ataque por la espalda. Una vuelta rápida, parada y ataque, aquello era pura rutina tras entrenar con Hannah. En dos fintas sus cimitarras habían alcanzado y arañado dos puntos vitales de la armadura drow. Este se retiró. Siguió avanzando y llegó a una parte cercana a la pared de la cueva, desde ahí podía ver claramente su objetivo y una senda no demasiado vulnerable para llegar a él. Pensando que así estaría a salvo pegó su cuerpo a la piedra. Pronto se dió cuenta de su error, unas manos surgieron de la oscuridad,agarrando su fragil cintura. Un elemental menor, debía haberlo supuesto. La criatura, hecha de piedra, la doblaba en tamaño y quintuplicaba su fuerza. Consiguió zafarse del abrazo de aquel ser gracias a unos precisos cortes de las cimitarras en las extremidades que la agarraban y sin pensarlo entonó un hechizo. El elemental quedó reducido a cenizas. ¿En qué demonios pensaba Hannah? ese bruto podría haber partido su columna en dos.

Ante ella se extendía ahora un camino formado por estalagmitas y estalactitas mas parecido a un pasillo que a otra cosa. Entró en el túnel sin pensarlo. Un fogonazo a su derecha la advirtió con escasos segundos para una esquiva de la presencia de un demonio de fuego. Rodó por el suelo mientras intentaba adaptar lo más rápido posible su visión al espectro de luz normal. El ser de reducido tamaño la miraba maliciosamente. En su mano había un látigo que desprendía una luz rojiza. El bicho la atacó con rápidez, un chásquido y antes de que se diera cuenta el látigo se había enredado en su brazo derecho. Quemaba, la estaba abrasando. Ellifain alzó su mano libre con la intención de cortar el látido, pero antes de que pudiera hacerlo el demonio lo retiró. No tardó mucho en probar suerte con una nueva acometida del látigo pero ésta vez la mestiza estaba preparada y lo esquivó. Una idea hizo sonreír a la muchacha. El látigo se elevaba de nuevo para arremeter contra ella, pero ésta vez no intento esquivarlo, lo desvió hacia la roca más cercana. En su otra mano la cimitarra había desaparecido sustituida por uno de los Sai que dejó clavado en la pared inutilizando el látigo. Desconcertado el demonio intentó liberar su látigo dando tiempo a Ellifain para acercarse a él armada de nuevo con sus dos cimitarras. El demonio se giró en el último instante para intentar evitar el ataque pero ya era demasiado tarde, una de las cimitarras le atravesaba limpiamente la garganta. Recogió su sai y tras observarlo durante un par de segundos cogió también el látigo de fuego; lo enroscó y lo colocó en su cinturón. Ya estaba cerca de la salida cuando un grupo de tres orcos la atacó. Viéndose tan cerca de la meta había bajado la guardia por lo que recibió un fuerte golpe en el costado antes de ponerse a la defensiva. Utilizando magistralmente las fintas aprendidas y tantas veces utilizadas en los entrenamientos, Ellifain consiguió desestabilizar a uno de los goblinoides y derribar a otro con un tajo en el cuello. Quedaban dos. Los orcos no eran tan tontos como ella pensaba. Uno comenzó a atacarla de frente mientras que el segundo lo intentaba por le costado. Detenía ataque tras ataque con soltura, pero ella misma se estaba dando cuenta de que perdía terreno. un garrotazo realmente fuerte en el brazo quemado le hizo soltar la cimitarra. El orco avanzó seguro de que la muchacha estaba desarmada. Ellifain se dejó caer al suelo y rodó. Y fue el sorprendido primer orco quien recibió un golpe directo de su compañero que no había frenado su impulso a tiempo. Desenvainando los Sai a su espalda Ellifain asestó un fiero golpe en el costado al orco atontado para luego situarse detrás de el y usarlo así como escudo frente a su compañero. Había sido un buen movimiento porque el otro orco había caido totalmente en la trampa y remataba a su compañero. Quedaba uno y estaba enfurecido. La muchacha esperó a que el orco se acercara y con una voltereta lateral se alejó de su alcance, rodó por el suelo situándose tras el. El orco se daba la vuelta buscandola. Tenía un plan. Un globo de oscuridad los rodeó. En el ella tenía ventaja. Aguzó su oido, el orco trastabilleaba a unos pasos a su izquierda. Le rodeó en el mas completo silencio. Cuando el globo de oscuridad se disipó el orco estaba en pie, sobre el aferrada a su espalda estaba la mestiza. Ambos cayeron. Pocos segundos después casi sin aliento Ellifain extraía sus sai del costado y garganta del orco. El arbol estaba ya muy cerca.

Hannah desde una posición elevada observaba el desarrollo de la prueba. Aún la faltaba mucho por aprender, dejarse sorprender tan facilmente era estar muerto, no obstante debía admitir que le había sorprendido ver con qué soltura había combinado sus artes de magia con la batalla. Tenía espíritu, se dijo mientras observaba la pelea contra el grupo de orcos, combatía sin descanso. Una sonrisa de pura satisfacción apareció en el rostro del drow.

Una vez finalizada la prueba Ellifain vio bajar a Hannah, sabía que no andaba muy lejos, le gustaba demasiado vigilarla y sacar a relucir posteriormente todos los fallos. Bueno, en esta ocasión, el drow no conseguiría aplacar la alegría que sentía por haber superado su prueba.

Una voz fría como el hielo hizo que olvidara por completo todo sentimiento de felicidad y orgullo. La matrona Shaëia había observado la prueba cómodamente apostada en algún lugar cercano . Junto con ella se acercaban un gran numero de soldados y miembros de la casa que debían haber estado observando la prueba.

- Has cumplido con la prueba asignada como un soldado de esta casa Ellifain. – Aunque había una sonrisa en su cara, esta no expresaba ni el más mínimo asomo de cariño u orgullo, era más bien como una mueca. – Ahora estás lista para enfrentarte a las calles de nuestra ciudad, al mundo y por supuesto a la Antípoda Oscura como representante de nuestra gran casa: Helldaën.

La miró fijamente durante unos segundos y a continuación posó su mirada en Hannah. Este al ser observado se arrodilló rápidamente ante Shaeia, que ensanchó mas si cabe aquella macabra sonrisa suya.

- Tu recompensa Hannah… - Al decir aquellas palabras su brazo señaló hacia Ellifain – Será tu esclava a partir de ahora, al fin y al cabo es solo una mestiza.

- Me honráis en demasía – La farsa había comenzado. Shaëia le había regalado a Ellifain delante de muchos de los miembros de su casa como un objeto de poco valor. Aquella era una de las numerosas mentiras que formaban el entramado mundo drow.

Si Ellifain sabía que se iba a convertir en su esclava como el había sospechado lo disimuló perfectamente. Permanecía de pie, en el mismo lugar donde Shaëia la había recibido pero agachaba la cabeza como si estuviera tremendamente avergonzada. Al retirarse la madre matrona los comentarios no se hicieron esperar: “Era lógico, es una mestiza”, “Pensó que era superior a nosotros, tiene su merecido”, “Dale su merecido”…

Por extraño que le pareciese a Hannah le desagradaron tremendamente esos comentarios. Volvía a estar preocupado, desde que le habían encargado proteger y entrenar a Ellifain había cambiado. Cada vez se alejaba más de lo que se consideraba apropiado.

- ¡Vamos!- agarró a Ellifain de la muñeca y tironeó de ella, la muchacha trastabilló mientras los drow que todavía observaban rieron. –

Atravesaron los jardines a gran velocidad. Hannah la llevaba casi en volandas y solo redujo el ritmo para abrir una puerta de servicio camuflada entre dos enormes estatuas drow que representaban a dos guerreras de la casa. Entraron y cruzaron los pasillos a toda prisa. Ellifain soltó un leve gemido, la agarraba del brazo herido. Llegaro a un primer tramo de escaleras. Sus aposentos se encontraban en la tercera planta. Comenzaron a subir. Ya habían llegado a la segunda planta cuando Hannah pegando un brusco tirón de su muñeca, giró hacia la izquierda. Aquellos pasillos formaban la armería. La mayor parte de los soldados vivían en aquella parte de la mansión. Mientras volaban por los pasillos Ellifain pudo ver decenas de habitaciones alargadas con literas llenas de varones drow que aprovechaban su escaso tiempo libre de las mas variadas formas. Tomaron un nuevo pasillo, esta vez a la derecha. Ellifain nunca había estado en aquella parte de la casa. Llegaron a una sala circular, había cinco puertas. Hannah se dirigió a la que quedaba justo en frente, llamó y a continuación sin esperar respuesta entró.

Aquella era la sala más extraña que Ellifain había visto jamás. Era completamente circular y estaba llena de artilugios mágicos por todos lados. También había armas, mapas, estatuas, parecía un gran trastero. En la parte más alejada de la puerta había una mesa redonda, la cubría un mantel de lo que parecía seda de un color rojo sangre, aunque este solo era visible por lo lados ya que estaba repleta de papeles. Libre al fin del agarre de Hannah se agarró el brazo herido y miró a su alrededor. Un gran espejo llamó su atención. Era realmente alto y parecía muy viejo. Se acercó al el y al ver su aspecto desaliñado con sus ropas rasgadas y llenas de polvo, las heridas y demás rastros de la batalla no pudo evitar avergonzarse. Empezó a sacudir sus ropas mirándose en el espejo cuando su reflejo cambió. De repente vio a una mujer anciana que le devolvía la mirada. Dando unos pasos hacia atrás asustada chocó con Hannah.

- Rei – dijo Hannah. Ellifain volvió a mirar al espejo y vio que la anciana lo había atravesado. -

- Hannah – su voz sonaba como si emergiera de las profundidades de un abismo. Llevaba una túnica color azul oscuro y el pelo recogido pegado a la nuca le daba un aire serio. Ellifain la observaba y cuando levantó la mirada se encontró con que la anciana había clavado sus ojos en ella – esta debe ser la mestiza de la que tanto he oído hablar. ¿para qué la has traído?

- Necesito que utilices tu magia. Ahora es mi esclava y me acompañará donde yo vaya, no puedo permitirme que me descubra su presencia. – Ellifain no entendía nada en absoluto –

- ¿por qué debería ayudarte? Solo eres un varón y ella una esclava.

- Por el bien de nuestra casa.

La anciana caminó hacia la mesa, para la edad que aparentaba se movía con bastante soltura y elegancia. Se sentó en un cómodo sofá y clavó su mirada en ellos. Alargó la mano hacia una caja que había sobre la mesa y de ella extrajo lo que parecía una pipa, la encendió y pasó varios minutos observándoles. Hannah no se movía.

- Necesitará que sus botas no emitan sonido alguno cuando ella así lo desee y quizá encantar esos brazaletes para dar mas fuerza a sus débiles muñecas de mestiza. – un ataque de tos la interrumpió -

- ¿Y sus armas?

- Pides mucho y no das nada a cambio varón

- ¿qué podría un simple varón como yo ofrecerte? Al fin y al cabo todo lo que hagas te será agradecido por Shaëia en la medida que mi esclava satisfaga sus expectativas.

- A las armas solo puedo hacerles un conjuro para que sean más resistentes, pero a esa diadema suya quizá pudiera hechizarla. Dámela – extendió su mano hacía Ellifain, esta se quitó la diadema y se la acercó.- Si, veamos, se me ocurre algo fuera de lo corriente. Dime muchacha ¿sabes algún hechizo para averiguar intenciones?

- No… - la matrona Shaëia no había considerado adecuado enseñarle ese tipo de magia, quizá porque temía las cosas que ella podría averiguar. – eran demasiado complicados.

- Lo suponía, de alguien como tú que otra cosa se puede esperar. Hechizaré esta joya de forma que puedas averiguar cuando alguien miente y cuando no. Deja las armas, los brazaletes y tus botas aquí. Ahora esperad fuera, tardaré un par de horas como mucho.

Ambos salieron de la habitación, estaban de vuelta en la primera habitación circular. El suelo de mármol negro estaba helado y Ellifain al cabo de un rato a penas sentía los pies además cada vez le dolía mas el brazo.. Quizá algo de conversación la distraería...

* Planta dulce que los drow consideran energética

Y hasta aquí por hoy. Como soy buena y he escrito más, dentro de poco subiré un cachito mas. ^^

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Una escena de acción bien desarrollada, aunque ten cuidado, no vayas a hacer a la prota invencible demasiado pronto (un elemental, un demonio...) :-D

9:52 a. m.  
Blogger Xian said...

nah pero son bichillos de poca monta. El elemtal era pequeñito, aunque si podría haberla matado... y el demonio...XDD es uno de esos chufas que salen a tocar las narices, sin latigo lo mas que puede hacer es chamuscarte el pelo XDD aun no he sacado a los gusanos gigantes, los reptiles asquerosos, las panteras con tentaculos y demás bichos adorables de la antípoda oscura ^^

Sighh lo que me cuesta escribir un combate...

5:02 p. m.  
Blogger Xian said...

En un par de episodios mas a lo sumo sale, es que verás para que el venga 1º tiene que pasar algo más XDD Pero no te preocupes, cuando aparezca...le querrás XD o odiarás...o ambas

12:06 p. m.  
Blogger Xian said...

Sufro a Mares cada vez que me tengo que inventar una XDDD porque aunque quiero mucho a mi drizzt y los drows son unos sobraos paso de inventarme cosas del tipo "ahora invovo un hipopotamo y me salvo" XDDD

Nim es.... es.... es familia de Hannah y un poco malababa...solo un poco XDDD

3:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hombre si fuera un hipopotamo volado aún :-DD

12:53 a. m.  
Blogger Xian said...

XDDD Sinkim, lo tendré en cuenta XDDDDD

8:03 p. m.  

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