lunes, septiembre 19, 2005

Hechizo de Jade - Cap 2 (parte 1) -

Capítulo 2

La elección de Armas


Hannah se revolvió inquieto, hacía pocas horas que el pilar central marcaba el comienzo del día drow y no sabía exactamente como empezar aquel entrenamiento. Recordó su primer día de entrenamiento, tras ser designado como guerrero. En su mente recordaba con claridad como mientras dormía Kraesh se había introducido en su cuarto y poniéndole el filo de la espada en la garganta le había despertado absolutamente desconcertado y asustado: – Primera lección, debes estar siempre alerta, incluso cuando duermas- Se levantó y poniéndose los pantalones cogió una de sus cimitarras. Abrió la puerta y cruzando la sala de entrenamiento se dirigió al cuarto de Ellifain. Aun era muy temprano, no llegaba ni a la quinta hora de la mañana, cuando abrió las puertas del dormitorio de Ellifain en el más absoluto silencio. Se acercó a su cama. Durante unos instantes se quedó ahi, inmovil, ella estaba claro no esperaba ningún ataque. Dormía con un camisón negro, sobre las sábanas dejando a la vista su largas piernas, su cabellera suelta cubría las almohadas. Cogiendo aire y renovando su determinación Hannah se acercó a ella para colocar la espada en su cuello. Cuando notó el frio metal Ellifain se levantó muy sobresaltada y al ver el filo tan cerca rodó por la cama hasta caer por el otro lado. Algo sorprendido por la instintiva pero correcta actuación de su alumna, Hannah se adelantó, saltó sobre la cama y volvió a poner el filo del arma en el cuello de la asustada muchacha.

- Primera lección Ellifain, debes estar siempre alerta, incluso cuando duermas, no creas tener a un aliado a tu lado. – La mirada desconcertada de la muchacha le hizo sentirse más seguro-

- ¡Estáis loco! ¿qué pretendíais asustándome de ese modo?

- Si no lo entiendes, es que eres más tonta de lo que pensaba. Te he dado una primera lección, no debes fiarte de nadie, ni siquiera de mí. En la Antípoda Oscura no existe el descanso, si dejas de estar alerta mueres.

Dicho esto y bastante contento del efecto causado, salió de la habitación. El desayuno estaba servido en la sala de entrenamiento. Diez minutos más tarde Ellifain se unió a él. Se había recogido el pelo con una coleta alta lo que dejaba al descubierto su grácil cuello. Llevaba un vestido negro similar al que la había visto antes, era el típico vestido que llevaban las drow guerreras, elegante dada su superioridad, pero cómodo para la lucha. Durante el desayuno notó que Ellifain a penas le dirigía la mirada. Aquella situación le recordaba a lo que había vivido él, seguramente estaba avergonzada por dejarse sorprender, de lo único que estaba seguro era de que Kraesh no tuvo que esforzarse en olvidar la imagen de él durmiendo mientras que él si tendría que hacerlo.

- Creo que es hora de comenzar. Lo primero será la elección de armas. Normalmente esto se suele hacer en una ceremonia, pero tu eres una esclava y los formalismos sobran. Los verdaderos guerreros drow solemos utilizar dos armas a la vez, en mi caso dos cimitarras. Luego podemos llevar armas auxiliares como cuchillos, báculos, espadas… ¿has pensado en qué arma te gustaría utilizar?

- Los sai – dijo con un hilo de voz. Los Sai eran armas humanas, los drow las habían visto en expediciones al mundo exterior y las habían adoptado. Eran dos pequeños tridentes, el mas largo de los extremos debía medir la distancia de la muñeca al codo. Eran armas más propias de defensa que de ataque y por tanto poco utilizadas entre los Drow.

- Los Sai son un arma defensiva más que para atacar, al menos con el estilo de lucha drow. Te enseñaré a usarlos si es tu deseo, pero tendrás que elegir otras armas.

- Bien, entonces cimitarras – su tono no denotaba mucho interés, estaba claro que no sabía demasiado de armas y había elegido las que el mismo llevaba.

Hannah mandó llamar a uno de los esclavos que les servían, le encargó que fuera a la armería y mandase fabricar dos cimitarras y un juego de Sai para Ellifain. Estarían listas dentro de cinco días. Debían hechizarlas y prepararlas para la mestiza. Mirando a Ellifain que tomaba el desayuno como si aquello fuera lo más importante del mundo, pensó en el trabajo que tendría para convertirla en una buena guerrera.

- Empezaremos ahora. Ya que aún no tienes armas te enseñaré las bases del combate cuerpo a cuerpo. La elasticidad, la velocidad, los reflejos y los movimientos adecuados harán más por ti que tus armas en muchos casos. ¡Levántate he dicho!

Ellifain dejó el desayuno a medias, en realidad no tenía hambre pero no quería comenzar las clases. Aunque estudiar hechizos era algo complicado, sabía perfectamente que su integridad física rara vez corría peligro bajo la supervisión de la madre matrona y sus sacerdotisas, sin embargo aquel hombre no había dudado en despertarla con el filo de una espada sobre su cuello. Bueno había tomado una determinación, no dejaría que se riera de ella. Sería la mejor alumna que pudiera encontrar y tendría que admitirlo.

Se acercó al centro de un círculo pintado en el suelo donde esperaba Hannah. Este le enseñó algunos movimientos básicos de lucha cuerpo a cuerpo. Paradas, esquivas, volteretas, todo muy variado. Estuvieron entrenando toda la mañana. Hacía medio día ella estaba rendida, mientras que él parecía como si no hubiese hecho el mínimo esfuerzo. Eso la sacaba de quicio. Iba a arremeter una vez más contra él esperando derribarle cuando la puerta se abrió. Un esclavo bajo, el mismo que les había llevado el desayuno y que había ido a la armería con el encargo de Hannah entró en la habitación. Además de ser bajo, renqueaba, seguramente consecuencia de algún castigo, apenas tenía pelo y parecía muy mayor. Al observarle más de cerca Ellifain comprobó que era ciego. El hombre anunció que la comida sería servida en media hora.

Hannah miró a Ellifain, estaba realmente cansada aunque se empeñaba en no demostrarlo y él en el fondo también estaba algo cansado. Los ataques de la muchacha aunque previsibles, debido al ímpetu con que esta los realizaba no eran tan fáciles de parar como el había pensado. Realmente era un pozo de sorpresas, tenía potencial y un carácter luchador.

- Será mejor que descanses, puedes ir a darte un baño antes de comer. Por la tarde continuaremos las lecciones.

- No me hace falta descansar, estoy tan bien como tu. –El comentario, totalmente falso molestó tremendamente a Hannah. Estaba acostumbrado al tono despectivo de las mujeres drow hacía los hombres pero ¿Cómo se atrevía una vulgar mestiza a hablarle de esa forma?-

- Muy bien, si eso es lo que quieres…

Hannah se acercó a la muchacha que se había puesto en guardia, de no estar tan enfadado el gesto le hubiera hecho gracia, puños levantados, como si pudiera darle. Ella se lanzó al ataque, no tuvo mayor problema en sortearla, dió un paso a la derecha y mientras ella pasaba por su lado le asestó un codazo en la espalda que la hizo caer de bruces y sin aire.

- Como dije, no estas en condiciones de continuar, ve y date un baño. Continuaremos esta tarde.

Indignada y dolorida Ellifain entró en su cuarto maldiciendo a Hannah. Como podía haber pensado la noche anterior, aunque solo fuera por un momento, que aquel drow podía ser diferente. Encontró el baño preparado, se desvistió y se metió en la bañera. Aquello era tan relajante, no obstante, no podía dejar de pensar en la afrenta sufrida, se la devolvería aquella misma tarde. Una punzada de dolor al recostarse le hizo replanteárselo, quizá no esa tarde pero lo había.

Hannah por su parte también tomaba un baño. Estaba tan enfadado que cuando el anciano esclavo entró para ver si deseaba algo le gritó que se fuera. Una mestiza comparándose con él, que osadía. Las cosas no quedarían así, ni mucho menos. Las palabras de su maestro vinieron a su cabeza repentinamente. Acuérdate de quien es. - Es una niña mimada eso es lo que es, una mestiza que no merece que pierda el tiempo con ella.- Pero también muy a su pesar recordó que era la elegida. Según la madre matrona ella marcaría la diferencia, si la muchacha se quejaba o el la hacía mas daño del debido pagaría las consecuencias, seguramente con su propia vida. Obligándose a mantener la cabeza fría pensó en los avances de la muchacha. Era buena, tenía que reconocerlo, quizá no fuese muy fuerte y sobre todo era muy rápida. Los reflejos, tal y como había comprobado esa misma mañana, eran muy buenos y era flexible. Tendría que potenciar estos factores al máximo.

9 Comments:

Blogger Guges said...

ahora entra a la habitacion de la mulatona mientras duerme... es solo por entrenamiento claaaaaro

no entiendo mucho se sais, pero no creo que se puedan domparar con un tridente, mas que nada porque la unica parte que esta afilada es el pincho del centro, las otras dos solo estan ahi para parar los espadazos y romper la espada, de todas formas no creo que un drow deba llevar un arma oriental encima

11:34 p. m.  
Blogger Xian said...

ya lo he dicho, las copiaron de la superficie, no son usadas normalmente pero las conocen y se las han tenido que mandar hacer...mas claro agua XD

11:50 p. m.  
Blogger Chuck Draug said...

Hannah se quiere hacer el duro, ¿eh? Pues como el entrenamiento siga a este paso, para mí que el que acabará hecho polvo será él y no Ellifain. xDDDD

Sobre el tema de los sais, podrías haber puesto "Los drows los definían como pequeños tridentes, y el mas largo de los extremos, el único que no era romo, debía medir la distancia de la muñeca al codo.". Creo que así quedaría mejor... De todos modos, me parece que también hay sais donde todas las puntas son romas...

Y a esperar la segunda parte del capítulo. :3

10:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Primera noche juntos y ya hay una escena de alcoba, esto promete :-D

12:03 a. m.  
Blogger Xian said...

Hannah el pobre está dividido entre una tia buena y su orgullo y su condicion XDDD

12:07 a. m.  
Blogger Guges said...

los drow no tienen orgullo, solo ambicion y mala oxtia ademas siendo una exclava desde pequeñita dudo mucho que pudiera conocer esa palabra

12:36 a. m.  
Blogger Xian said...

ehmmm tu de quien habla?

Porque a Ellifain la acaban de convertir en esclava ahora mismo. Hasta entonces ha sido entrenada por sacerdotisas y por la misma madre matrona. En la casa se la llamaba Dama Ellifain y se la consideraba importantísima.

Y si los drows básicamente se guian por ambición y mala jostia, pero creeme, orgullo tienen un rato. Lo que pasa es que este normalmente se suele ver reducido a los de su misma condición social o a los inferiores.

Es decir, a un varón como Hannah, Nim o kraesh el orgullo delante de una mujer drow no les vale de nada. Quizá si quieren morir a la velocidad del rayo, nada más. Pero entre hombres si que hay orgullo, y con sus inferiores más.

Si no acuérdate de Dinin y sus ganas de matar a Drizzt por ser mejor que el. Simple orgullo. O su forma de presumir en la academia. Orgullo, poder y traición es de lo que viven.

11:43 a. m.  
Blogger Nixarim said...

uyuyuyyy, que estos dos van a acabar... como van a acabar! XDDDD

mola mucho! a ver cuando suebes la siguiente parte ^_^

5:56 p. m.  
Blogger capolanda said...

No está mal, muy entretenido, sí señor. A ver si vemos peleas alucinantes dentro de poco.
Y la escena de la cama me recuerda el capítulo de Los Simpson en que se mudaban de ciudad por las amenazas del actor secundario Bob. ¡Esa sierra! XDDDDDD

7:49 p. m.  

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