viernes, octubre 14, 2005

Hechizo de Jade - Cap 2 (parte 3) -

Ellifain estaba preocupada, apostaría cualquier cosa que el motivo por el que habían llamado a Hannah era ella. Mientras cenaba no dejaba de pensar que dos horas después Hannah debía reunirse con la cruel Nush. Tras la cena Hannah se retiró a su cuarto y ella hizo lo mismo, pero no cesó de dar vueltas por su habitación. Derribó sin querer un jarrón. El ruido atrajo al viejo esclavo.

- Señorita, ¿estáis bien?

- Si, no te preocupes.- mirando al hombre que se agachaba para recoger los pedazos a tientas dada su ceguera, Ellifain tuvo una idea- No recuerdo tu nombre…

- ¿mi nombre? Señorita me honráis solo con el hecho de querer conocerlo, es Hiva.

- Hiva, es bonito – una sonrisa se había dibujado en la cara de la muchacha- dime Hiva, ¿te ha molestado en algún momento como te he tratado?

- No… claro que no.- parecía nervioso ­–

- Hiva ¿tienes acceso a los aposentos de todas las sacerdotisas?

- Si, claro – su voz denotaba miedo, pero Ellifain sabía que el viejo esclavo no les servía únicamente a ellos, no obstante, ella era la única persona amable que había encontrado en la casa, algo parecido había sucedido con Noä. Al notar el silencio de la muchacha Hiva se arriesgó un poco y en un susurro dijo – oigo muchas cosas.

- Hiva, lo que te pido no es una orden ni mucho menos, pero Hannah ha sido convocado a los aposentos de la sacerdotisa Nush – un estremecimiento recorrió el cuerpo de Hiva- estoy segura de que hablarán de mi futuro. Si tú pudieras …

- La sacerdotisa Nush... – se llevó la mano a los ojos- si es por vos lo haré. - El viejo avanzó hasta la puerta y antes de salir, sin siquiera girarse dijo en un murmullo - ¿Sabéis? hasta vuestra llegada solo el troll que controla a los esclavos sabía mi nombre.- una triste sonrisa asomó a su rostro, Ellifain se propuso averiguar que le había pasado al esclavo y no permitir que en su presencia se le tratara con desprecio, al menos en la medida que ella pudiera.

La puerta se cerró tras el silencioso esclavo y unos minutos después Ellifain escuchó la puerta del dormitorio de Hannah que se apresuraba para llegar a su encuentro con Nush. Sin nada que hacer y nerviosa, comenzó a entrenar, no había olvidado la ofensa de Hannah. Al terminar se dirijió a su cuarto, pensaba en Hiva y si no le habría ocasionado algún problema. Noä le vino a la mente, la echaba mucho de menos ¿se habría olvidado ya de ella? Se estaba cambiando cuando oyó pasos acercándose a la puerta, se apretó contra la puerta de su cuarto, quizá pudiera oir algo.

Cuando Hannah entró en la sala de entrenamientos no vio rastro de la muchacha y se dirigió a su cuarto. Segundos después de que él se acomodara Hiva entró en su cuarto para preguntarle si deseaba algo. No le contestó. El sirviente se retiró.

Ellifain en su cuarto fingía dormir, realmente deseaba dormirse pronto, pero los nervios la atenazaban. ¿qué noticias traería Hiva? ¿Y si le había pasado algo al sirviente por su culpa?

La puerta se entreabrió y escuchó una voz que la hizo suspirar de puro alivio.

- ¿Señorita?

- ¡Hiva! Adelante pasa.

- Espero que no sea muy tarde señorita ¿deseáis algo?-mientras decía estas palabras el anciano cerró la puerta- ¿tal vez información?

- Contadme

Hiva relató a Ellifain toda la conversación entre Hannah y Nush. Así que ese salvaje ahora podría tratarla como una esclava. La cólera hacía hervir su sangre. Sabía que la situación privilegiada que había vivido durante tantos años no podía durar mucho. Nush se había encargado de recordárselo cada día, ella era una mestiza, un ser inferior. La voz de Hiva la sacó de sus pensamientos.

- Hay algo más señorita, después de que el señor se fuera, la sacerdotisa Nush recibió la visita de Kraesh. El opina que poner a Hannah a cargo de vos es un error. Dice que el señor es diferente, que alberga esperanza y que podrían perder más que ganar. Ahora he de irme, aún me queda tarea que hacer.

- Buenas noches Hiva, te agradezco mucho tus esfuerzos.

El anciano se marchó de la habitación dejando a Ellifain sumida en sus pensamientos. ¿Hannah albergar alguna clase de sentimiento? A su mente vino el recuerdo de la mirada de Hannah hacía su maestro y sus propias primeras impresiones acerca del drow. No, aquello no era posible, era frio, y un animal, se lo había demostrado...la mirada sorprendida de Hannah cuando se habían conocido vino a su mente. En aquella mirada no había visto crueldad. - Imposible - los dorws son drows, no hay excepciones. Pero la duda estaba en ella, averiguaría mas cosas sobre él, su pasado, y sobre su carácter. Una cosa estaba clara los días venideros no serían fáciles.